El suyo es un currículum de aquellos que no se olvidan, graduación en Ciencias naturales, colaboraciones con “La Sapienza” (Italia), diploma de catequista especializado, cursos realizados en el Centro Romano di Sindonologia (Italia) y la “Libera Università María SS.ma Assunta” (Italia), una decena de libros, incontables colaboraciones con revistas y una impresionante cantidad de artículos. Emanuela Marinelli, entre los mejores estudiosos de la Sábana Santa en Italia y más allá, se ha retirado hace algunos días, pero comprensiblemente su interés por la famosa reliquia, después una vida de estudio, permanece intacto. Es gracias al estudio de gente como ella que surgió, hace unas décadas, la Sindonología (estudio de la Sábana Santa) y acepta con gran disponibilidad de concedernos una preciosa entrevista.
¿Doctora Marinelli, qué encendió su curiosidad por la Sábana Santa?, ¿dónde y cómo nació su pasión por el célebre sudario?
En 1976 el científico suizo protestante Max Frei Sulzer, graduado en botánica, experto en micro-rastros y criminólogo de fama internacional, comunicó haber encontrado en la Sábana Santa gránulos de polen que no existen en Europa; sino que vienen de flores del Medio Oriente. El polen más frecuente en la sábana es idéntico a aquel fósil, abundante en sedimentos del lago Genezareth y del Mar Muerto, depositado hace dos mil años. Este descubrimiento me interesó enormemente, porque procuraba una prueba del origen del sagrado lino, desde el área donde vivió y murió Jesucristo. De hecho, tres cuartos de las especies encontradas en la Sábana Santa, crecen en Palestina y muchas son típicas y frecuentes en Jerusalén y sus alrededores. Entre estas, 13 son halófitas muy características y exclusivas del Néguev y del área del Mar Muerto.
En todos estos años de estudio, ¿nunca le surgió la duda que la Sábana Santa pudiera ser un espléndido engaño que nos dejó en herencia alguna mente iluminada del pasado?
Muchos, como ciertamente sabrá, se han hecho esta pregunta. Y más de uno, hoy en día, cree haber identificado esa mente iluminada en Leonardo…
Dejamos la hipótesis fantástica de Leonardo, que se contrapone con la evidencia histórica: la reliquia que hoy se encuentra en Turín, es la misma que en 1353 se encontraba en Lirey (Francia), en las manos de un caballero cruzado, Geoffroy de Charny. Nos basta recordar que Leonardo nació en 1452 para darse cuenta que es absurdo atribuir la Sábana Santa al genio Toscano. De todos modos, la posibilidad de una “hipótesis fantástica” sin duda no subsiste. En la Sábana se realizaron análisis precisos, cuyos resultados son concordantes en la prueba de que ésta, ha envuelto un verdadero cadáver; además hay innumerables razones para creer que se trate realmente de Jesús. Para más detalles, recomiendo consultar el sitio: www.sindone.info de conexión por la Sábana Santa.
¿Usted fue testigo o sabe de científicos que, estudiando la Sábana Santa se han convertido abriendo sus propios corazones a la dimensión trascendental?
Yo pienso que la cuestión de la fe es muy interior y delicada, entonces si alguien no creyente fue tocado íntimamente por la realidad de la Sábana Santa, será difícil saberlo, si no lo revelan públicamente ellos mismos. Tal vez no lo harán para evitar suscitar clamor y sensacionalismo. Personalmente tengo algunas confidencias de personas que se han acercado a la fe después de haber conocido a la Sábana Santa, pero no puedo divulgarlas.
Le hice la pregunta anterior, sabiendo bien que usted nunca ha ocultado el ser creyente. Y si pensamos en la lista interminable de científicos creyentes, su posición por supuesto no nos debería de asombrar. Pero, ¿no tiene el temor que la fe pueda en alguna medida contaminar su mirada científica hacia la Sábana Santa, que es una reliquia que en su mayoría está envuelta en misterio?
Por supuesto lo que se observa en la Sábana Santa, es una confirmación de lo que se lee en los evangelios y esto no puede dejarnos indiferentes; sin embargo el peligro de “contaminar la mirada científica” no existe, porque la ciencia, está basada en análisis, en medidas y éstas son objetivas.
Pero todavía, algunos escépticos, adelantan dudas de orden metodológico comparados a unos estudios efectuados sobre la Sábana Santa. Le daré algunos ejemplos. Además de redimensionar las recientes afirmaciones de Christopher Bronk Ramsey, que habrían sido voluntariamente deformadas, los del Cicap, (Comité Italiano para el Control de las Afirmaciones sobre el Paranormal) que admiten también de no saber explicar la Sábana Santa, enfatizan de modo persistente la supuesta poca fiabilidad de científicos, que, con sus estudios, justificarían la autenticidad de la reliquia. Un nombre sobre todos: Dmitri Kuznestov. ¿Usted qué idea tiene de tal propósito?
Obviamente un objeto tan extraordinario molesta mucho, así que intentan demoler su credibilidad. Necesitamos considerar que sobre la Sábana Santa han sido publicados más o menos 300 artículos científicos, de los cuales unos 250 están a favor de su autenticidad.
Esto nos da una idea de la situación. Pero vamos a los dos ejemplos. Las afirmaciones de Christopher Bronk Ramsey, director del laboratorio de Oxford (uno de los tres que han estudiado la Sábana Santa en 1988), al principio fueron reportadas por una tercera persona, a un periodista que puede haber malinterpretado, y entonces reportada en buena fe en “La Stampa” (periódico italiano), donde apareció que, según Ramsey, los resultados de la datación al Carbono-14 son probablemente incorrectos. En realidad, Ramsey, luego hizo una aclaración, declarando de teneruna “mente abierta” hacia los resultados de posibles nuevos exámenes: “entre las mediciones de radiocarbono – admitió Ramsey –y las otras pruebas que tenemos sobre la Sábana Santa, parece haber un conflicto, sobre cómo interpretar estas pruebas.
Por esto creo que quienquiera haya trabajado en este sector, científicos expertos en radiocarbono y otros expertos, deben tener una mirada crítica a las evidencias que han producido, para poder rastrear una historia coherente que se ajuste y nos cuente la historia real de esta “pieza de tela.”
Un apreciable paso adelante, después veinte años de cierre completo hacia cualquier diálogo por parte de los carbonistas.
Es admitido que el radiocarbono no es una prueba infalible, especialmente para un objeto particular como la Sábana Santa.
Vamos al “caso Kouznetsov”. En junio de 1993 el biólogo ruso Dmitri A. Kouznetsov, especializado en química arqueológica, anunció que había verificado experimentalmente el enriquecimiento de radiocarbono en telas antiguas, reconstruyendo condiciones similares a aquellas del incendio en la cual se encontró la Sábana Santa en 1532.
En los años siguientes publicó algunos artículos sobre esto.
Su explicación de los motivos que habrían distorsionado el resultado de la datación de la Sábana Santa, despertó el entusiasmo comprensible de los Sindonólogos.
Una de las revistas científicas en la cual apareció uno de estos trabajos, el prestigioso “Journal of Archaeological Science”, publicó en el mismo número, también un artículo de A. J. Timothy Jull, Douglas J. Donahue y Paul E. Damon, tres investigadores que habían firmado el artículo de “Nature” sobre la datación de la Sábana Santa; ellos ponían duda en los resultados de Kouznetsov. Mientras tanto, algunos eventos personales poco claros, proyectaron una sombra sobre él. En los años siguientes varios científicos intentaron repetir los experimentos de Kouznetsov, sin obtener resultados similares, por lo tanto, su teoría ha sido dejada de lado.
Sin embargo, al Cicap tampoco le gustan los estudios del físico Harry Gove, el padre de la moderna datación radiocarbonica, que en un trabajo publicado con otros científicos en “Nuclear Instruments and Methods en Physics Research” ( B 123, 1997, pp. 504-507) admite que la presencia de hongos y bacterias pudohaber contaminado la muestra de la Sábana Santa que fue datada; y tampoco los del químico Raymond Rogers que en “Thermochimica Acta” (Vol. 425, 2005, pp. 189-194) mostró que en la muestra datada, estaba una reparación invisible. Qué extraño, al Cicap no le gustan todos los trabajos que confirman la autenticidad de la Sábana Santa…
En una conferencia del Cicap, Luigi Garlaschelli, químico y responsable de los experimentos de ese comité, presentó una multitud de datos sobre la Sábana Santa a menudo reportados por muchos sabios sindonólogos autenticistas, según él en una manera distorsionada o parcial.Acerca de la negatividad de la imagen, señaló cómo podría tratarse de la natural consecuencia del método con la cual se hizo: la teoría del bajorrelieve sobre la cual se aplica la pintura en seco, produce realmente y espontáneamente, desde su punto de vista imagen negativas, que serían explicables, ¿Usted está de acuerdo?
¡Claro que no, por caridad!, se necesita buen coraje para afirmar que quien distorsiona los datos son los sindonólogos autenticistas. El bajorrelieve, calentado, frotado o pintado que sea, se ha descartado hace treinta años, desde cuando los científicos americanos de lo “Shroud of Turin Research Project” han publicado en prestigiosas revistas científicas los resultados de sus análisis, y es absurdo insistir en esto.
La Sábana Santa ha envuelto un cadáver y las manchas de sangre son una prueba irrefutable.
Las imágenes obtenidas con el bajorrelieve han mostrado diferentes características de aquellas sindónicas y quien nunca ha estudiado la Sábana Santa directamente, como el doctor Garlaschelli, debería basarse sobre los resultados obtenidos de quien la analizó y examinó. Pero dado que estos resultados son favorables a la autenticidad y al doctor Garlaschelli no le gusta esto, entonces magistrales artículos como los de John Heller y Alan Adler (Canadian Society of Forensic Sciences Journal, Vol. 14, No. 3, 1981, pp. 81-103) o los de Eric Jumper y otros más (Archaeological Chemistry III, ACS Advances in Chemistry n. 205, J.B. Lambert, Editor, Chapter 22, American Chemical Society, Washington D.C., 1984, pp. 447-476), deben ser ignorados o menospreciados.
Si tuviera que elegir una de las muchas características misteriosas de esta reliquia, ¿Cuál es la que más le fascina, la que más le convence de su naturaleza extraordinaria?
La presencia de la imagen. No es sorprendente que un cadáver manchó la sábana de sangre, sino que dejó su huella. La imagen se debe a la degradación por deshidratación y oxidación de las fibrillas superficiales del lino, es comparable a un negativo fotográfico y es superficial, detallada, tridimensional, térmicamente y químicamente estable. No ha sido producida por medios artificiales, no es una pintura ni una imagen impresa: en la tela falta cualquier tipo de pigmento.
No es producida por bajorrelieve calentado o frotado con sustancias colorantes, desprovistas de direccionalidad y sus claroscuros son proporcionales a las diferentes distancias existentes entre cuerpo y sábana en los varios puntos de drapeado.
Por lo tanto, se puede suponer un efecto a distancia de tipo radiante.
Hasta hoy, ningún laboratorio ha conseguido reproducir artificialmente una imagen que tenga todas las características de la Sábana Santa, pero se han realizado experimentos interesantes en la ENEA (Agenzia nazionale per le nuove tecnologie, l’energia e lo sviluppo económico sostenibile) de Frascati (Roma, Italia).
Algunas telas de lino han sido irradiadas con láser excímer, un aparato que emite radiación ultravioleta de alta intensidad. Los resultados confrontados con la Sábana Santa, muestran interesantes analogías y confirman la posibilidad que la imagen fue causada por radiación ultravioleta direccional.
Surge repentinamente el pensamiento de una luz fuerte, emitida por el glorioso cuerpo de Cristo en el momento de la resurrección.